El Club Deportivo La Salle apuesta por la formación de nuestros deportistas con antiguos alumnos y deportistas del club. Las personas que ya han pasado por el colegio de una manera o de otra son los verdaderos transmisores de los valores lasalianos. Desde el colegio se entiende el club como un complemento a la formación integral de los alumnos, de ahí que muchos de nuestros monitores ya han pasado por las clases de nuestro colegio.
Gonzalo Landaburu es un ejemplo de ello. Tras finalizar sus estudios de magisterio, en la actualidad se encarga de la formación de los alumnos de balonmano, un deporte que ha sido practicado por él desde las categorías inferiores del club hasta su equipo senior. Gonzalo asegura que “a lo largo de los años, desde que salí del colegio, he ido dándome cuenta de todo lo que me ha aportado haber formado parte de este colegio y de esta familia. La persona que soy hoy en día tiene mucho que ver con los valores que se transmiten en el colegio y es algo que siempre agradeceré”.
De ahí que Gonzalo destaque el sentimiento de pertenencia al centro ya que afirma que “el colegio es una gran familia. He estado ligado a él desde que terminé mi etapa educativa como parte del club deportivo. Primero como jugador del primer equipo, donde he tenido la suerte de coincidir con compañeros del colegio y también de conocer a personas increíbles”.
Landaburu considera que “formar parte de un equipo es también fundamental en la formación personal, te hace partícipe de los logros y te ayuda en los malos momentos, esto es lo que ahora intento hacer ver a mis jugadores, que no solo mejoren en su faceta deportiva (que son muy muy buenos) sino que también pueda poner mi granito de arena para transmitir estos valores como son el respeto, la amistad y el compañerismo que me dio mi familia, el colegio y el balonmano”.
El que tuvo retuvo, eso dicen, y Gonzalo no es menos. Además de haber sido uno de los grandes jugadores que ha dado este club, ahora, en su faceta formativa, Gonzalo disfruta con los suyos y los alumnos con él. Una conjunción perfecta para lograr grandes éxitos en todos los sentidos.
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