Hace algo más de dos años, en septiembre de 2020, el Consejo Internacional de la Asociación y Misión Educativa Lasaliana (CIAMEL) publicaba un documento titulado “Hablemos de la Familia Lasaliana: Profundizando nuestra identidad”. Ha sido en este curso escolar donde se ha presentado a las comunidades educativas de los centros La Salle. Se puede ver el documento completo en: https://www.lasalle.org/wp-content/uploads/2021/03/ESP_Lasallian_Family_CIAMEL_web.pdf
Este documento lleva un mensaje a todos los miembros de la familia Lasaliana, hombres y mujeres que reconocen el sello de la identidad lasaliana en sus vidas y están comprometidos con nuestra misión educativa lasaliana.
En su introducción hace un recorrido por los acontecimientos vividos en los últimos Capítulos generales de nuestra Institución (desde el 40º Capítulo, en el año 1976, hasta el último el nº 46 del año 2022) donde se ha reconocido una realidad nueva, una nueva forma de hacer las cosas, una nueva relación y nuevos signos de los tiempos que estaban emergiendo en la misión lasaliana en todo el mundo. Ha surgido en este tiempo una nueva forma de entender la Familia Lasaliana, la identidad lasaliana y el sentido de pertenencia a la Misión Educativa Lasaliana con el desarrollo de la Asociación para el servicio educativo de los pobres.
Se trata de un documento de trabajo para ser utilizado para meditar, a nivel local, distrital, regional e institucional, sobre cómo podría ser un modelo viable de la Familia Lasaliana. Es por tanto un documento abierto, con preguntas para la reflexión personal y grupal, animándonos a un dialogo para todos en la Familia Lasaliana.
El documento nos plantea seis preguntas: ¿Quiénes somos lasalianos? ¿Cuál es el significado de nuestra vida? ¿Cuál es nuestra misión educativa hoy? ¿Qué formación necesitamos hoy? ¿Cómo experimentamos la pertenencia a la Familia Lasaliana? y ¿Cómo organizarnos con fidelidad creativa? Y trata de dar respuestas, siempre abiertas, a dichas preguntas.
De toda la riqueza que comunica este documento os resalto lo siguiente:
Un lasaliano es cualquier persona que se siente parte de la Familia Lasaliana a través de una relación afectiva o institucional, y que contribuye, de una manera u otra, a dar respuesta a las necesidades de los niños, jóvenes y adultos, especialmente de los más excluidos.
Somos herederos de un carisma que el Espíritu Santo inspiro a San Juan Bautista de la Salle y los primeros Hermanos que es participativo y abierto, y se comparte porque genera un vínculo espiritual especial entre muchas personas de diferentes tradiciones de fe.
La Familia Lasaliana vive la vocación lasaliana a través de diferentes modalidades: Hermanos de la Salle, Asociados con compromiso público, personas con compromiso personal, otras personas comprometidas con la misión educativa lasaliana, benefactores, afiliados…
Todos los que comparten la misión lasaliana, de varias tradiciones de fe y opciones de vida, se sienten llamados a profundizar y compartir el sentido de su existencia. Reconocen que la fuente del espíritu mora en lo más hondo de todos los miembros de la Familia Lasaliana y reconocen que es esa espiritualidad la que alimenta el sentido de la misión educativa y vocacional.
Pertenecer a la familia Lasaliana significa experimentar lo Absoluto en el día a día, en el encuentro con los demás, en nuestras tareas ordinarias, especialmente cuando descubrimos tanto las necesidades y talentos de los niños y jóvenes, como los nuestros propios.
La misión educativa de la familia lasaliana es la de “Tocar los corazones y educar las mentes”. El propósito del Instituto – «proporcionar una educación humana y cristiana a los jóvenes, especialmente a los pobres, según el ministerio que la Iglesia le ha confiado».
Ser lasaliano es un proceso, un camino, un itinerario. Cada lasaliano puede narrar ese itinerario con eventos concretos de su vida y misión o describiendo un proceso. En este proceso siempre hay una propuesta de formación orientada a apoyar el desarrollo integral de cada persona para que pueda participar en la misión o proyecto con espíritu de fe y celo.
Quienes participan en la formación lasaliana llegan a conocer el origen de la familia carismática y aprenden a avivar su herencia. “De compromiso en compromiso”, los lasalianos se dan cuenta de que no se trata sólo de trabajo compartido, sino también de espiritualidad. Sienten la necesidad de compartir vida dentro de experiencias comunitarias.
Fieles a los orígenes y a los fundamentos del Evangelio los lasalianos han respondido de manera creativa a la llamada del Espíritu Santo. En este sentido la familia Lasaliana sigue expandiéndose a medida que surgen nuevas necesidades con fidelidad creativa. Según nos dejó escrito nuestro Fundador debemos “Sed fieles en hacer todo cuanto Dios quiera de vosotros” (MD 6, 3.2)
Desde esta plataforma les invito a leer este documento, a meditarlo y a orar con él, para ver como experimento la pertenencia a la Familia Lasaliana.