Renuncia al «YO» y cámbialo por el «NOSOTROS»

EN COMUNIDAD, EN FAMILIA O EN CUALQUIER GRUPO HUMANO no se cumplen las matemáticas: 1+1+1+1+1 no tiene por qué ser igual a 5. Suele ser mucho más. Debemos olvidarnos de nuestro egoísmo, de lo que queremos para nosotros, y poner todo nuestro esfuerzo y nuestro talento a disposición de lo que necesite el grupo. El grupo será mejor, cuanto más estemos dispuestos a entregar de nosotros en él. Renunciar al “yo” por el “nosotros”.

 

Esto permite que sus miembros del grupo dejen sus “necesidades” individuales en un segundo término en relación con las generales o específicas de la COMUNIDAD, FAMILIA O GRUPO HUMANO. Esta es la lucha a la que nos enfrentamos: conseguir que los integrantes se den ellos mismos de todo corazón al esfuerzo del colectivo. SER GENEROSOS con los demás: por medio de La COMUNICACIÓN, CON NUESTRAS CUALIDADES, DONES y CON LO QUE SOMOS. Es muy frecuente reafirmar el propio yo, en lugar de COMPARTIRLO con los otros. ACERCARSE Y ENTREGARSE AL TÚ, AL NOSOTROS, es uno de los mayores gestos de generosidad que podemos ofrecer. Es el gesto para QUE  JUNTOS poder lograr un objetivo: SER MEJORES.

Del mismo modo, tomar la iniciativa en el proceso de la ENTREGA DESINTERESADA es crucial. Si me esfuerzo por APORTAR, la mecánica de la solidaridad se pondrá en marcha para que mis compañeros o mis familiares me aporten a mí. El proceso de ENTREGA DESINTERASADA DEBE EMPEZAR EN CADA UNO DE NOSOTROS. Todos queremos ser mejores, SER BUENOS INTEGRANTES de la COMUNIDAD, DE LA FAMILIA O DE GRUPO. Eso es sin duda un reflejo de “DEMOS SIN ESPERAR NADA A CAMBIO”.

Por eso buscamos VIVIR la “C” mayúscula DE LA COMUNIDAD, la “F” mayúscula DE LA FAMILIA O DE LA FRATERNIDAD y la “G” mayúscula DEL GRUPO, que enamore sólo con verlos e intentar vivirlos, en lugar de satisfacer nuestros egos.

No importa que a veces algo salga mal. Será el momento de entonar las palabras mágicas:

ME EQUIVOQUÉ, para seguir adelante. Otra de las claves en las relaciones humanas. NO ES POSIBLE LA FRATERNIDAD SINO ES DESDE LA HUMILDAD Y LA SENCILLEZ. El primer paso para aprender es ser consciente de nuestros errores, y reconocerlo así. Cuentas veces vemos problemas en las COMUNIDADES RELIGIOSAS O CRISTIANAS, en NUESTRAS FAMILIAS y AMIGOS, por esto mismo: por no ser capaces de reconocer nuestros errores, por satisfacer nuestros egos teniendo razón, “la culpa es del otro”. Asumir mis equivocaciones, y querer al otro con sus aciertos y sus errores, es el camino hacia la SOLIDARIDAD.

Lograr esto no es fácil. Es rozar el sobresaliente, y no todos estamos preparados para dar ese salto. Por eso es muy importante TRABAJAR para mejorar, para lograr este objetivo, que es mucho más gratificante que el esfuerzo egoísta.

Somos La Salle

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