La IV Asamblea de la Misión Educativa Lasaliana (AMEL) del Distrito Arlep se celebró del 8 al 12 de enero de 2024 en la casa La Salle de Llíria (Valencia). Bajo el lema “Juntos somos horizonte”, este encuentro reunió a 67 asambleístas, entre hermanos y asociados laicos y otros lasalianos, que representaban a los diferentes sectores y obras educativas del Distrito Arlep, que abarca España y Portugal.
El objetivo principal de la AMEL fue buscar las mejores mediaciones que ayuden a renovar la misión educativa lasaliana para el mejor servicio a los niños y jóvenes, en especial los más vulnerables. Para ello, se trabajó en cuatro ejes temáticos: identidad, vitalidad, transformación y horizonte.
Durante los cinco días de la AMEL, los asambleístas compartieron experiencias, reflexiones, propuestas y sueños sobre la realidad educativa lasaliana, con la mirada puesta en el futuro y en los desafíos que plantea el mundo actual. También hubo momentos de oración, celebración, convivencia y fraternidad, que fortalecieron el sentido de pertenencia a la familia lasaliana.
La AMEL fue una oportunidad para renovar el compromiso con la educación integral y de calidad, inspirada en el carisma y el legado de San Juan Bautista de La Salle, fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Como dijo el Visitador Titular del Distrito Arlep, José Román Pérez, en su mensaje de convocatoria: «Juntos somo orizonte,porque juntos hacemos posible la misión educativa lasaliana».
A continuación, se presentan algunos aspectos destacados de cada uno de los cuatro ejes temáticos de la AMEL:
Identidad
En este eje, se reflexionó sobre la identidad lasaliana, entendida como una forma de ser y de vivir la misión educativa, que se expresa en la adhesión a los valores del Evangelio, la fidelidad al carisma de La Salle, la comunión con la Iglesia y la sociedad, y la participación en la red lasaliana.
Se propuso reforzar la formación lasaliana de todos los agentes educativos, así como impulsar la pastoral educativa y la animación vocacional, como ejes transversales de la misión.
Se valoró la riqueza de la diversidad de las obras educativas lasalianas, que abarcan desde la educación formal hasta la educación no formal, pasando por la educación social, la educación superior y la formación permanente.
Se reconoció la importancia de la asociación, como el modo de vivir y compartir la misión lasaliana entre hermanos y laicos, desde el respeto, la corresponsabilidad y la complementariedad.
Vitalidad
En este eje, se analizó la vitalidad de la misión educativa lasaliana, entendida como la capacidad de responder a las necesidades y expectativas de los destinatarios, especialmente los más pobres y excluidos, con creatividad, innovación y calidad.
Se propuso revisar y actualizar el proyecto educativo lasaliano, teniendo en cuenta los nuevos contextos socioculturales y los desafíos emergentes, como la digitalización, la ecología integral, la interculturalidad y la inclusión.
Se valoró el papel de la red lasaliana, como un espacio de colaboración, sinergia y aprendizaje mutuo, que favorece el intercambio de buenas prácticas, el desarrollo de proyectos comunes y la búsqueda de nuevas oportunidades.
Se reconoció la importancia de la gestión, como un servicio a la misión educativa lasaliana, que requiere de una visión estratégica, una organización eficaz, una comunicación fluida y una evaluación continua.
Transformación
En este eje, se profundizó en la transformación de la misión educativa lasaliana, entendida como la capacidad de generar cambios positivos en las personas y en la sociedad, a través de una educación humanizadora, liberadora y transformadora.
Se propuso promover una pedagogía lasaliana, que se caracterice por la atención personalizada, la educación integral, la participación activa, la mediación cultural y la transformación social.
Se valoró la dimensión profética de la misión educativa lasaliana, que se manifiesta en el compromiso con la justicia, la paz y la solidaridad, en la defensa de los derechos humanos y en la opción preferencial por los pobres.
Se reconoció la importancia de la espiritualidad, como el motor de la misión educativa lasaliana, que se nutre de la experiencia de Dios, de la vivencia comunitaria y de la entrega generosa a los demás.
Horizonte
En este eje, se proyectó el horizonte de la misión educativa lasaliana, entendido como la visión de futuro que orienta la acción presente, que se basa en la fidelidad creativa al carisma de La Salle y que se abre a la novedad del Espíritu.
Se propuso impulsar una cultura de la esperanza, que anime a los agentes educativos a afrontar los retos con confianza, ilusión y audacia, y que les ayude a descubrir los signos de los tiempos y las llamadas de Dios.
Se valoró la pertenencia a la familia lasaliana, que se expresa en el sentido de identidad, el orgullo de pertenencia, el testimonio de vida y el acompañamiento mutuo, y que se extiende a otras redes y alianzas educativas.
Se reconoció la importancia de la misión compartida, como el modo de hacer realidad el horizonte de la misión educativa lasaliana, que implica el reconocimiento de la diversidad de vocaciones, el fomento de la corresponsabilidad y la creación de comunidades educativas.