San José, patrono del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas

Es bien conocida la devoción de nuestro Fundador a San José. Días antes de su muerte, Juan Bautista de La Salle recomendó a sus Hermanos que profesaran una devoción especial a este Custodio de Jesús y Patrón de nuestro Instituto. San José es nuestro modelo: José, el hombre de la confianza y la fe en Dios; José, el hombre justo y humilde. Con María crio y educó a Jesús.

En la biografía del Fundador, el canónigo Blain explica la devoción de La Salle por San José:

“Lo que más le llamó la atención de la admirable vida del santo esposo de la Madre de Dios fue su gran docilidad a la acción de la Divina Providencia, su sumisión a los mandatos más molestos, su pronta obediencia a la voz del Señor, su vida oculta, su castidad angélica y, finalmente, su ternura y amor por Jesús y María. Virtudes de este gran santo que anhelaba imitar.

En su Testamento , La Salle recomienda a los Hermanos, después de encomendar a Dios su alma y a la naciente Sociedad, que “no se separen en lo más mínimo de la Iglesia romana”, y “que profesen mucha devoción a Nuestro Señor, que amen mucho la Sagrada Comunión y el ejercicio de la oración mental, y que tengan devoción especial a la Santísima Virgen y a san José, patrono y protector de su Sociedad”, al que había manifestado gran devoción a lo largo de su vida. Desde la fundación del Instituto la devoción a San José entre los Hermanos ha tenido un puesto importante y ha perdurado a través de los siglos. En muchos lugares, a pesar de la secularización sufrida en estas últimas décadas, volvemos a encontrar el mantenimiento de las prácticas de piedad con respecto a la solemnidad particular de su fiesta, y el poner bajo su patrocinio numerosos establecimientos escolares y comunitarios en todo el mundo. La piedad de los Hermanos permanece vinculada a San José en cuanto que “participó en la obra de salvación mediante la educación humana de Jesús y fue fiel hasta la muerte a su humilde paternidad” (Regla de 1987, n.º 77). En la Regla de 2015 la devoción al Santo ha quedado recogida en el n.º 75: “Los Hermanos hallan un modelo para su vida en San José, que participó en la obra salvadora mediante la educación humana de Jeucristo. Lo invocan, recordando que el Fundador puso el Instituto bajo su protección”.

ORACIÓN LASALIANA A SAN JOSÉ

San José:
modelo de educador junto a María,
acudimos los lasalianos a tu corazón de padre
reconociéndote como Patrono y Protector de toda la Familia Lasaliana.

Padre amado:
ayúdanos a vivir con fe nuestra humanidad
y ser portadores de las semillas
que fecundan nuestro compromiso en la Misión Educativa Lasaliana.

Padre de ternura:
enséñanos a actuar
con firmeza de padre y ternura de madre,
teniendo siempre alta estima
a quienes ocupan el centro de nuestra misión,
tal como supisteis hacer tú y María con Jesús.

Padre obediente:
ayúdanos a descubrir la voluntad de Dios
y a vivir nuestro “adoro en todo”,
nuestro “Fiat”en fidelidad,
como tu esposa María en la Anunciación y tu Hijo Jesús en Getsemaní.

Padre rico en misericordia:
enséñanos cómo acoger a los demás en abrazo paterno,
y a tocar sus corazones
para procurarles todo el bien que esté en nuestras manos,
especialmente a los más vulnerables:
los indigentes, los necesitados, los exiliados, los afligidos,
los pobres, los moribundos, los últimos y los más pequeños
que son los preferidos de tu Hijo.

Padre de la valentía creativa:
ayúdanos a superar las dificultades
con apasionada fidelidad y creativida
y amar las adversidades
que encontramos en nuestro caminar hacia Jesús.

Padre en el silencio del taller:
enséñanos cómo ser agradecidos a Dios
por nuestro trabajo
y a sentirnos solidarios con quienes carecen de él.

Padre de presencia silenciosa:
ayúdanos a no sentirnos centro de todo
y colaborar generosamente
con los padres de nuestros alumnos
en su educación humana y cristiana.

San José, ponemos nuestro hogar y nuestra comunidad en tus manos. Ayúdanos a estar al servicio del proyecto del Reino de Dios. Enséñanos a amar y ser agradecidos por los dones recibidos. Que como tú, San José, miremos siempre con los ojos de la fe y actuemos con corazón de padre. Amén

Hno Antonio Trujillo García.

Marzo 2024, en nombre del ElFelLde Córdoba