Ha llegado la hora de disfrutar de un nuevo tiempo: tiempo de descanso. Despedimos el curso 2024-2025 y no queremos hacerlo sin deciros gracias por cada uno de los momentos que como familia lasaliana hemos compartido a lo largo de estos últimos meses y que nos han devuelto muchas alegrías y muchos instantes inolvidables, a pesar de las dificultades que se nos hayan podido presentar. En la apuesta por una educación que quiere mimar el cultivo de la fraternidad, la fe y el servicio, las personas han estado en el centro. Todos vosotros y vosotras habéis sabido mirar más allá, hacer realidad sueños y proyectos, siempre desde la fidelidad creativa, la ilusión y el orgullo de ser parte de La Salle.
Nuestro lema “Tiempo de cuidar. Tiempo de crear” ha orientado nuestra mirada y nuestra labor y ahora es tiempo de dar las gracias a quienes han hecho posible el sueño de nuestro fundador san Juan Bautista de La Salle, por su implicación y entrega en cada una de nuestras obras educativas. Gracias a los educadores y educadoras, docentes y no docentes, que han trabajado cada día para que niños, niñas, adolescentes y jóvenes pudieran vivir esta etapa con plenitud, a pesar de que no siempre todo haya sido fácil. Gracias también a alumnas y alumnos, que nos hacen darnos cuenta de lo mucho que merece la pena cada esfuerzo hecho. Gracias a las familias, que curso tras curso, confían en La Salle y en su forma de entender la educación. Gracias a quienes hacen de La Salle su vocación, ya sea como miembros de nuestras comunidades o como participantes en nuestra misión.
En este camino compartido, también hemos acompañado el crecimiento interior de quienes forman parte de nuestras obras, anunciando el Evangelio con sencillez y cercanía, y educando en la fe desde una presencia que acoge, que guía y que ilumina. Cada gesto de cuidado y creación ha sido también una forma de hacer presente el Reino de Dios entre nosotros.
Disfrutemos del tiempo que nos espera y sigamos caminando juntos, atentos a la realidad que nos rodea para dar respuesta a quienes más nos necesitan, trabajando desde la educación para transformar el mundo y lograr que sea más justo y solidario. Esta es nuestra manera de educar evangelizando y evangelizar en el ámbito educativo. Contamos contigo, porque sabemos que eres La Salle.
¡Feliz verano!
